Circulan cadenas de WhatsApp y vídeos que alertan del supuesto riesgo de que nos midan la temperatura utilizando termómetros sensibles a infrarrojos con forma de pistola. En ellos se señalan como supuestos peligros que afecten a la vista o que «maten neuronas». Ninguna de las dos cosas es cierta. Os lo explicamos.
Los termómetros de infrarrojos no utilizan un láser para medir la temperatura
En estos mensajes se utiliza como supuesto motivo del daño que este tipo de dispositivos emiten radiación láser que pueda dañarnos los ojos. Pero esto no es cierto.
Ana Belén Cisneros del Río, secretaria general del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL), explica a Maldita Ciencia que las pistolas para medir la temperatura en general no funcionan con láser y, por tanto, no existe un riesgo de que se dañe la retina. “Funcionan con infrarrojos para realizar la medición, que en absoluto crean ningún problema a nivel ocular”, afirma.
Aun así, sí que hay algún modelo de este tipo de termómetros que, además de la pantalla de visualización de datos en el propio dispositivo, dispone de un pequeño sistema óptico de proyección “cuya fuente es un láser de baja potencia”. Según Cisneros, sirve para proyectar el dato de la medición de la temperatura en la propia frente de la persona y así detectar la distancia idónea para realizar la medición.
Para que el láser sea dañino “ha de ir directamente a los ojos (para que llegue a la capa más interna, que es la retina) y proyectar una exposición de más de 10 segundos”. “El termómetro es capaz de realizar esta medición en un segundo y se coloca en la frente o en la sien, por tanto el riesgo de dañar la retina no existe”, sostiene. Y recomienda tener cuidado de no dejárselo, por ejemplo, a niños.
En la misma línea se posiciona el la Delegación de Galicia del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO), que insiste en que estos termómetros para tomar la temperatura sin contacto normalmente utilizan la radiación infrarroja para medir la temperatura (no un láser).
“Algunos incorporan un láser como guía para facilitar apuntar al lugar donde hay que realizar la medición. Pero no tiene ningún sentido utilizar un láser que pueda provocar daños en los ojos de las personas en un dispositivo que se va a utilizar cerca de los mismos”, afirma a Maldita Ciencia.
No es necesario taparse los ojos cuando te vayan a medir la temperatura
Teniendo esto en cuenta, ¿es realmente necesario taparse los ojos o tomar alguna medida de este tipo cuando nos van a tomar la temperatura?
“No es necesario, ya que los dispositivos que se utilizan no deberían suponer ningún peligro”, indica el CNOO. Además, explican que la persona que los manipula realiza la medición apuntando a nuestra frente o nuestro entrecejo, nunca a nuestros ojos. Aun así, “si nos sentimos más seguros así, podemos cerrar los ojos ya que eso no debería afectar a la lectura que va a realizar el aparato”.
No, los termómetros tampoco matan neuronas
En otros mensajes similares el supuesto riesgo del que se alerta tiene que ver con el daño que estos dispositivos podrían causar al cerebro. Pero esto tampoco tiene nada de cierto.
A día de hoy no hay evidencias de que estas pistolas para medir la temperatura “maten” las neuronas, como aseguran esos contenidos. Pablo Eguia, vocal de la Sociedad Española de Neurología, explica a Maldita Ciencia que estos dispositivos “no emiten ninguna señal perjudicial y por tanto no dañan nuestro organismo”.
En la misma línea se posiciona Conchi Lillo, profesora de la Universidad de Salamanca y neurobióloga: «No se matan mil neuronas cada vez que se mide la temperatura, estaríamos todos muertos a estas alturas”.
Según cuenta a Maldita Ciencia, es imposible que este tipo de dispositivos “pueda provocar daño alguno en nuestro organismo porque las pistolas para medir la temperatura, a pesar de que se llamen ‘de infrarrojos’, no emiten, sino que recogen la información del calor que desprende un cuerpo”.
Los humanos, según explica, emitimos calor en forma de infrarrojos. “Nuestros ojos no perciben este tipo de radiación, pero hay aparatos que sí lo hacen, como estas pistolas medidoras de temperatura, que usan esta tecnología para recoger la información del calor corporal”, cuenta.
E incluso en el caso de que emitieran radiaciones infrarrojas, “estas tendrían que ser muy concentradas y de una gran potencia para que fueran potencialmente dañinas”.
Raúl Máximo, ingeniero de soporte técnico de PCE Instruments (una empresa que comercializa dispositivos de este tipo) insiste en que “un termómetro infrarrojo de frente sin señalador láser o de otro tipo no debe emitir nada, salvo la mínima radiación electromagnética que pueda emitir cualquier equipo electrónico de pequeña potencia, que no está demostrado que suponga ningún daño a las neuronas”.
“De demostrarse algo así, tendríamos que prescindir de todo equipo eléctrico y electrónico que tengamos y volver a la Edad de Piedra”, dice a Maldita Ciencia.
“La temperatura no se puede medir en cualquier parte del cuerpo de forma indistinta”
Como remedio a estos supuestos riesgos, quienes los advierten piden que, en caso de tener que medirnos la temperatura, lo hagamos en otras zonas del cuerpo como el brazo o el pie.
La temperatura no se puede medir en cualquier parte del cuerpo de forma indistinta, según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. La temperatura normal del cuerpo “se considera cercana a los 37 grados centígrados”. Pero “tanto la edad, las características de la propia persona, la hora del día o la zona del cuerpo donde se toma la temperatura, son factores que pueden afectar a la temperatura”.
Por ejemplo, Armenteros explica que la temperatura promedio normal oral es de aproximadamente 37°C mientras que la temperatura rectal suele ser entre 0,3°C y 0,6°C más alta que la oral y la medida en la frente suele ser entre 0,3°C y 0,6°C más baja que la oral.
Según cuenta Blanes, una medición debajo del brazo “tiene un mayor impacto de la temperatura ambiente”. Los termómetros infrarrojos frontales «están preparados para tomar la temperatura, específicamente, en la frente».
Si se toma en otras partes, “puede ser variable y los resultados no serán óptimos”. “Incluso, si una persona lleva maquillaje o una crema hidratante, se puede alterar las mediciones”, afirma.
Los dispositivos para tomar la temperatura deben estar homologados (y no suponer ningún riesgo para la salud)
No hay evidencia de que los controles de temperatura sean lo suficientemente efectivos para detectar la COVID-19, tal y como os contamos aquí. Aun así, aeropuertos como el de Canarias y algunas empresas han anunciado su intención de utilizar este método tras la situación generada por el coronavirus.
Mientras hay quienes optan por cámaras térmicas, también existen termómetros para tomar la temperatura sin contacto (también conocidos como termómetros de infrarrojos o pirómetros de infrarrojos).
El CNOO explica que en principio todos los aparatos de este tipo deben estar homologados para poder ser utilizados sin que ello suponga ningún riesgo para la salud de las personas.
“En caso de que estos aparatos pudieran causar algún daño, deberían de advertirlo claramente, no solo en las instrucciones de uso, si no tener la advertencia de dicho peligro claramente indicada en la carcasa del propio aparato. Además tendrían que ser manipulados por personal cualificado”, afirman.
Estos dispositivos son productos sanitarios y, como tal, han tenido que pasar unos controles
Ni la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ni la Agencia de Medicamentos y Alimentación Americana (FDA) hacen ninguna referencia sobre que los termómetros infrarrojos tengan posibles contraindicaciones que perjudiquen la salud, tal y como destaca a Maldita Ciencia Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Los termómetros son productos sanitarios y, para comercializarse legalmente en la Unión Europea, deben haber sido evaluados por un Organismo Notificado y estar provistos del marcado CE (que garantiza que cumple unos requisitos de seguridad, eficacia y calidad).
Antonio Blanes, responsable de Servicios Técnicos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, explica a Maldita Ciencia que antes de salir al mercado, han tenido que superar una serie de ensayos. Por ejemplo, “de calibración y precisión o los ensayos de protección frente a peligros eléctricos, radiaciones indeseadas, temperaturas excesivas”.
Además, Blanes destaca que no se puede comparar estos termómetros con los rayos X de una radiografía, como se hace en esos contenidos. “La toma de imágenes con rayos X supone la exposición de una parte del cuerpo a una pequeña dosis de radiación ionizante para producir imágenes del interior del cuerpo y no tiene nada que ver con el funcionamiento de uno de estos termómetros por infrarrojos”, añade.
«No se oculta nada, en las especificaciones de estos equipos se puede comprobar su uso y seguridad”
Lillo recuerda que estos termómetros se llevan usando desde hace muchos años y critica los vídeos que, sin evidencias, alertan que “las autoridades sanitarias ‘nos ocultan’ información para mantenernos enfermos”.
“Cualquier vídeo con teorías conspiranoicas sin más información es falso. Los equipos que se usan para medir temperatura están regulados y han pasado todos los controles de seguridad. No se oculta nada, en las especificaciones de estos equipos se puede comprobar su uso y seguridad”, concluye.
No es la primera vez que se difunden textos o vídeos que afirman que estas pistolas para medir la temperatura pueden ser perjudiciales para la salud. Por ejemplo, en Maldita Ciencia ya os explicamos que no se ha demostrado que los controles de temperatura puedan ser peligrosos para los ojos.
Fuente: maldita.es