Descubre cuál es el mejor calzado para el verano según cinco podólogos. Aprende a cuidar tus pies y evitar problemas como rozaduras y ampollas.
Durante el verano, elegir el calzado adecuado puede marcar una gran diferencia en la salud de tus pies. Cinco podólogos han compartido sus recomendaciones para cuidar tus pies durante esta temporada y evitar problemas comunes como rozaduras, ampollas y dolores.
¿Por qué sufren más los pies en verano?
Antonio Gómez, podólogo especialista en biomecánica, explica que las altas temperaturas, el aumento de la sudoración y el uso de calzado inadecuado pueden causar problemas como rozaduras, infecciones fúngicas y problemas circulatorios. La exposición solar también deshidrata la piel, causando grietas en los talones y entre los dedos, según María Luz González Fernández, profesora de Patología Podológica en la Universidad Complutense de Madrid.
¿Zapatos cerrados o abiertos?
El calzado abierto permite que los pies respiren mejor, pero debe estar bien sujeto tanto en la parte anterior como posterior, según Montserrat Diéguez Blasi, del Colegio Profesional de Podología de Madrid. Navor Pereira, podólogo del Colegio Oficial de Podólogos de Galicia, recomienda usar sandalias con buena suela y abrochadas, que también permitan el uso de plantillas si es necesario.
Para actividades como deporte o caminatas, los expertos sugieren usar deportivas y calcetines de algodón. Estos calzados están diseñados para proporcionar soporte adecuado, amortiguar impactos y mantener los pies secos.
Materiales recomendados
Los materiales más recomendables para el calzado de verano incluyen el cuero, la malla transpirable y el algodón, que permiten una mejor circulación del aire y reducen la acumulación de humedad, ayudando a prevenir infecciones, según Gómez. González sugiere también el corcho, la tela y el esparto como opciones ligeras y frescas.
¿Qué calzado evitar?
Los podólogos desaconsejan los zapatos con suelas delgadas y planas, como las chanclas de goma. Estas suelas obligan al pie a absorber los impactos, no ofrecen buen apoyo y pueden causar fascitis y tendinitis del tendón de Aquiles. Los zapatos de materiales plásticos y muy ajustados, que no permiten una buena ventilación, pueden causar rozaduras y fomentar la proliferación de hongos.
Pereira recomienda no abusar de los tacones. Si se usan, deben ser anchos y estables, y es preferible variar el tipo de calzado para evitar que una molestia se convierta en un problema mayor.
Trucos para cuidar los pies en verano
Para prevenir ampollas y rozaduras, González sugiere no estrenar calzado en caminatas largas y usar cinta deportiva en las zonas donde suelen producirse los roces. Gómez recomienda aplicar vaselina o bálsamo específico en las áreas propensas a rozaduras antes de ponerse los zapatos.
Mantener los pies limpios es crucial: lavarlos a diario, secarlos bien, especialmente entre los dedos, e hidratarlos con una crema específica para evitar grietas. Realizar estiramientos para mantener la flexibilidad y aplicar protector solar cuando estén expuestos es igualmente importante. González también aconseja lavar los pies con agua fría para mejorar la circulación y reducir la hinchazón.
Conclusión
Los pies son esenciales para nuestra movilidad y bienestar. En verano, más que nunca, es fundamental prestarles la atención y el cuidado que merecen. Ante cualquier molestia o sospecha de infección, no dudes en consultar con un podólogo. Y recuerda, elegir el calzado adecuado es el primer paso para disfrutar de un verano sin problemas de salud en los pies.
