La situación de la sanidad pública madrileña, precaria y preocupante

La situación de la sanidad pública madrileña, precaria y preocupante

La situación que está sufriendo actualmente la sanidad pública madrileña ha puesto en el punto de mira cuáles son sus puntos débiles, en busca de saber por qué se están produciendo las recientes huelgas y protestas.

Huelgas, tensión asistencial y un caos “brutal”. El conflicto en la sanidad madrileña se ahonda conforme pasan los días, con dimisiones y personal exhausto incluidos. Pero como en todo escenario, hay un telón de fondo que conviene revisar para entenderlo mejor: los datos.

La Comunidad de Madrid está a la cola de gasto sanitario per cápita, según el informe de 2022 de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), que hace su análisis a partir de los datos del Sistema Nacional de Salud.

La región dedica este año 1.300,55 euros por habitante, y se sitúa como el territorio autonómico con menos gasto. Le siguen por la parte baja de la tabla Andalucía (1388,86 euros) y la Región de Murcia (1433,02). Las que más invierten son País Vasco (1.992,21), Asturias (1975) y Navarra (1915,56).

La situación en la Comunidad de Madrid, para Marciano Sánchez Bayle, presidente de la FADSP es “muy preocupante”. “El presupuesto por habitante es el más reducido de España, la financiación de la Atención Primaria es muy baja, el número de camas hospitalarias está por debajo del promedio nacional y existen iniciativas privatizadoras que merman los recursos para los centros públicos”, enumera Sánchez.

El origen del último capítulo de la turbulenta relación de los sanitarios madrileños con el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso estalló a raíz del nuevo plan autonómico para reabrir las urgencias extrahospitalarias.

La nueva organización contempla el reparto del personal de Atención Primaria de los centros de urgencias rurales por todo el territorio de la comunidad. En la práctica, esto supone una merma en el personal asistencial que precariza la atención, según los sindicatos y asociaciones.

Para Sánchez, el embrollo es la prueba fehaciente de la “ineptitud” de los gestores de la Sanidad en Madrid: “Son polichinelas en manos de la presidenta Ayuso. Un día dicen una cosa y al siguiente la contraria”. Las dimisión en bloque la semana pasada de la dirección de ambulatorios del sureste de la comunidad da pistas del desconcierto entre los gestores.

El plan se interpreta como un parche para otro parche en el que la última medida que ha anunciado la Consejería de Sanidad es que algunas consultas se harán a través de una pantalla de plasma, en formato telemático.

La defensa numantina que practica el gobierno de la comunidad sobre su gestión, sin embargo, empieza a inquietar entre las filas del Partido Popular. Un miembro de la dirección del partido ha afirmado El HuffPost que “replicar a alguien con una bata nunca es buena idea” y que a Ayuso más le vale gestionar “bien” el asunto o de lo contrario “tendrá un problema”.

Los testimonios de sanitarios exhaustos y superados por las circunstancias no dejan de crecer conforme pasan los días. Una de ellas, Icíar Valero, afirmaba a este medio que se siente “en una serie”, después de haber tenido que afrontar una guardia de 24 horas “sola” y “derrumbada”.

Sánchez asegura que las plantillas soportan actualmente una “sobrecarga absurda” de trabajo y una organización “irracional” de sus horarios que les hace la vida muy difícil: “A nadie le gusta acabar su jornada pensando en la cantidad de gente a la que a lo mejor tendría que haberle dedicado más atención y no ha podido”.

Sin embargo, para el presidente de la FADSP los primeros perjudicados son los ciudadanos. “Afecta cuando te dan una cita para atención primaria para dentro de 15 o 30 días, y que quizás sea solo telefónica, o citas con especialistas que pueden retrasarse hasta 2024”, concluye. Define la situación como “espantosa”.

Falta de personal y derivaciones

En cuanto a personal, los datos tampoco dejan en buen lugar a Madrid. Es la penúltima comunidad en número de médicos de atención primaria después de Baleares y la última en enfermeras en esa misma área de atención.

Los profesionales demandan que hacen falta más recursos humanos y exigen que el Gobierno regional contrate más sanitarios. Pero lejos de acercar posiciones, desde que empezó el conflicto Ayuso ha contraatacado y puesto en el punto de mira a los trabajadores, a los que acusa de “boicotear” la sanidad por intereses políticos.

Para aclarar un poco el tema de la falta de médicos, Sánchez se remite a las palabras de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, de este martes durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Darias afirmó ante la prensa que la Comunidad de Madrid había limitado en los últimos años el número de plazas de formación para médicos de familia.

“Dice Ayuso que no encuentra médicos, pero cómo los va a encontrar, si ella es la primera que ha puesto el freno para que se formen”, incide Sánchez. A la escasez sistemática habría que añadir la emigración de muchos profesionales a otras comunidades o al extranjero a causa de las condiciones laborales.

“Si la maltratas, la gente se va a otro sitio. Tengo dos compañeras jóvenes que acaban de terminar la residencia y se han ido a Bélgica porque les ofrecen mejores condiciones de trabajo”, comenta Sánchez, y concluye: “Y encima luego sale [Ayuso] en televisión para decir que los sanitarios son los culpables de que ella esté destruyendo la sanidad”.

Derivaciones a la sanidad privada

Lo que sí aumentaron entre el año 2002 y 2020 fueron los conciertos que Madrid mantiene con la sanidad privada. Es la tercera comunidad que más aumentó el porcentaje de gasto en la derivación de servicios a centros sanitarios que no eran de gestión pública, del 5,16% al 8,48%. Solo por detrás de Baleares y La Rioja.

En términos generales, la media de derivaciones de recursos en este sentido se redujo del 10,27% en 2002 al 8,46% en 2020.

Desde la FADSP, Sánchez defiende que este aumento del gasto en los conciertos privados obedece, en el caso de la Comunidad de Madrid, a un plan premeditado para favorecer a la sanidad privada.

El próximo domingo hay convocada en Madrid una manifestación en defensa de la sanidad pública en la que varias columnas saldrán desde diferentes puntos de la capital para confluir en Cibeles.

A ella se han sumado asociaciones vecinales, sindicatos y algunas personalidades del mundo de la cultura como Alba Flores, Luis Tosar o Alberto San Juan que han mostrado su apoyo a la convocatoria.

El conflicto sigue, y todo apunta a que va para largo.

 

Fuente: www.huffingtonpost.es

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