Desde la llegada del covid, cuando la sanidad ha pasado por sus peores momentos, la sanidad privada ha hecho posible hacer frente a los colapsos. Concretamente, la sanidad ha privada ha cubierto el déficit de 15.000 médicos en total.
Todo ello en un escenario en el que el sector ha asumido la prestación de un 30% de la asistencia sanitaria global, y donde la apuesta por la digitalización para reducir la carga de trabajo se antoja clave.
Son las principales ideas desgranadas por los participantes en la edición de 2022 del ya clásico Foro AP Sanidad Privada, celebrado este año en las instalaciones del Colegio Oficial de Médicos de Alicante (COMA) con la participación de la directora médica de IMED Elche, Andrea Ferrer; el gerente de Vithas Alicante, Carlos Yago; la directora médica de Quirónsalud Alicante, Araceli Amorós; la directora médica de HLA Vistahermosa, Concha Giner; el director médico de HCB, Fernando Sánchez; el gerente del departamento de Salud Elche-Crevillent de Ribera, Rafael Carrasco; la delegada provincial de Asisa, Paula Giménez, y el director de Alicante y Murcia de Sanitas, Álvaro Bernabéu.
El impacto de la sexta ola de la pandemia
La sexta ola de la pandemia y su impacto sirvieron para pulsar el estado actual de la sanidad privada en la primera intervención del coloquio, en la que los participantes coincidieron en señalar la sobrecarga en Urgencias y una menor saturación de planta y UCI como característica. El impacto en la salud mental de sus médicos y los problemas para cubrir las bajas por contagios fueron los retos más duros en este periodo. «La privada ha estado a la altura en la sexta ola, estábamos más preparados y concienciados, y hemos trabajado con más tranquilidad», señaló Giménez (Asisa). «Sortear las bajas masivas de personal ha sido lo peor de esta ola», añadió Andrea Ferrer (IMED). «La gente que llegaba a Urgencias era menos miedosa y más exigente, ha habido mucha tensión«, completaba Giner (HLA).
«Teníamos más experiencia y ha sido una ola menos grave, pero con mucha demanda de pruebas PCR y de antígenos por la normativa de viajes y las bajas», apuntó Sánchez (HCB). «Si la tercera ola se cebó con los hospitales, la sexta ha afectado a la Primaria, que ha colapsado porque además hacía pruebas, vacunaba… con escasos recursos», lamentó Sánchez (Ribera). En cambio, en Torrevieja, con mucha población extranjera no vacunada «ocupamos un ala entera con ingresos covid», desveló Amorós (Quirónsalud). Para Yago (Vithas) «lo que más nos afectó fueron las bajas, tuvimos que echarle imaginación para solucionarlo y coordinarnos con la Seguridad Social». Y Bernabéu (Sanitas) introdujo la cuestión del teletrabajo, además del «impacto en la demanda de atención psicológica».
Falta de personal y búsqueda de talento
Durante la sexta ola las bajas hicieron aflorar un problema latente en la sanidad, privada y pública: no hay suficientes médicos para cubrir la demanda. En Vithas «los confinamientos constantes nos hacían rectificar sobre la marcha, pero formar parte de un grupo grande nos ha ayudado». Ribera destacó que a partir de la sexta ola ha cobrado importancia el «apoyo emocional 24/7 a los compañeros». Desde HLA señalaron que «esta ola nos llevó a crear un departamento de medicina preventiva que se va a quedar, y a darnos cuenta que el estrés que los médicos asumían como normal necesita de ayuda». Giner ponía el dedo en la llaga del déficit de médicos a futuro: «Se espera la jubilación de 70.000 médicos y vienen 55.000, así que tenemos un déficit de 15.000 de partida«.
Algo en lo que coinciden en IMED, pues «hay carencia de profesionales y la privada no es la primera opción, tenemos que hacer atractiva la carrera profesional porque los estudiantes solo conocen la pública». En HCB coincidían en el estrés y la carga emocional, y matizaban que «es imposible captar profesionales porque no hay, nosotros ya estamos buscando en otros países«. Quirónsalud aportaba que «la motivación no puede ser solo económica, la gente se tiene que sentir cómoda en tu empresa». Y las dos aseguradoras presentes destacaban el apoyo de la telemedicina como alternativa, tanto para consultas (la demanda de atención emocional ha crecido un 50%) como para monitorización a distancia.
Consolidar el incremento de pacientes pandémicos
Entre las consecuencias positivas de la pandemia para el sector, los presentes señalaron el incremento de la confianza de los ciudadanos en la sanidad privada, tras el trasvase de pacientes por el colapso de la pandemia. Ahora toca consolidar. Según HCB, «es evidente que la confianza en la sanidad privada ha crecido con su respuesta a la pandemia ante el colapso de la pública, prestamos el 30% de la asistencia sanitaria«. Según Vithas, «pacientes con Seguridad Social y con seguro acudían directamente a la privada por su grado de excelencia, hay que mantenerlo y que no sea coyuntural«. Y en HLA pedían ser críticos y que la competencia entre sanidad pública y privada sea «leal».
La responsable de IMED llamaba la atención sobre que «nuestros pacientes nos tienen que elegir, no como en la pública«, un escenario favorecido porque «mucha gente ha visto que la pública no respondía a sus necesidades», según Sanitas, por lo que «la privada ha entrado en acción no solo en tratamiento, sino en prevención, con pruebas más rápidas que acortan las bajas». El 17,55% de los alicantinos tiene un seguro privado y en 2021 este colectivo se ha incrementado un 7,83%, según Bernabéu. Desde Asisa indicaban que el incremento en los seguros de salud ya era tendencia antes del covid, «es la principal entrada a la privada porque es asequible y con una cobertura amplia y complementaria».
Incremento de costes
El sector también sufre el impacto de la crisis de costes, aunque con la salvedad de que el precio de los servicios ya está cerrado con las aseguradoras y no se puede trasladar. «Estamos esperando a ver el impacto, que seguro que será negativo en los costes directos; es una situación difícil porque lo que está pasando no está previsto en ningún presupuesto«, señaló Yago (Vithas). Giner (HLA) explicó que «no podemos trasladar el incremento de costes al precio porque ya está cerrado con las aseguradoras, aunque todavía no hemos podido medir la repercusión». Ferrer (IMED), por su parte, explicó que «más que el gasto, lo hemos notado en el retraso de los suministros, tenemos que trabajar con mucha previsión porque ha pasado la entrega ha pasado de dos a seis meses».
Desde el lado de las aseguradoras, el responsable de Sanitas indicó que «sufrimos la subida de precios por parte de los hospitales, porque tenemos unos IPC que no se han visto en 30 años y te destrozan cualquier cuenta». Bernabéu propuso ir a un sistema de porcentaje anual, en lugar de IPC, y descartó un impacto fuerte porque «las cifras ya están concertadas». Eso sí, defendió que «estamos ofreciendo servicios muy por encima del coste de la prima, comparado con otros países». Sanitas, al igual que Vithas, puso sobre la mesa la necesidad de abastecerse de renovables no solo por la sostenibilidad ambiental, sino también económica. Una vertiente que a su juicio ofrecen también las videoconsultas al evitar desplazamientos.
Turismo de salud y sueldos
En la recta final del debate, se abordó el estado del denominado turismo de salud en la provincia y las posibilidades de recuperarlo una vez que han decaído las restricciones. «Ojalá hubiera un entramado de este tipo, pero no lo hay», aseguró la responsable de HLA, «lo que sí hemos perdido extranjeros residentes«. En HCB también «está empezando a repuntar, es un mercado por desarrollar porque nuestros costes son más bajos que los europeos, y tenemos convenios con aseguradoras extranjeras«. Vithas también apuesta por «estrategias que nos permitan ir a buscar al cliente«, mientras Quirónsalud admite que «nos hemos visto mermados porque muchos residentes volvieron a su país de origen y ahora están volviendo, esperemos que la guerra no lo frene».
Por último, y a preguntas del público, se abordó la cuestión de los sueldos en la sanidad privada. «Son mejorables pero el problema es del sistema, que tiene unas coberturas enormes con unas primas muy bajas», consideró Asisa. «Un tercio de la prima va al salario de los médicos, en Alicante unos 20 millones«. En HLA aludieron a la dicotomía de sus empleados, «cada vez hay más compañeros que trabajan en exclusiva, pero las quejas vienen de los que nos dedican unas horas al mes; la remuneración está muy vinculada a los pacientes que se ven». En Quirónsalud «cada vez los cuidamos más, aunque tenemos que mejorar para que la vinculación sea completa», y en IMED «buscamos profesionales laborales a jornada completa, para que los pacientes estén contentos el personal tiene que estar contento, porque es el que hace que esto funcione: el 90% de las quejas que recibimos no tiene que ver con la atención prestada».
Fuente: alicanteplaza.es