La exposición temprana y constante a dispositivos digitales es una práctica cada vez más común, utilizada por muchos padres para gestionar las rabietas y el comportamiento de los niños. Sin embargo, investigaciones recientes advierten sobre los efectos negativos que puede tener en el desarrollo emocional y social de los menores.
Regulación emocional y dispositivos digitales
Según el doctor Michael Nagel, de la Universidad de Sunshine Coast, la regulación emocional se desarrolla a través de las interacciones sociales. El uso excesivo de dispositivos digitales limita estas oportunidades, lo que puede provocar problemas a largo plazo en la gestión de emociones y comportamiento.
Estudios realizados por investigadores de Hungría y Canadá, publicados en la revista Frontiers in Child and Adolescent Psychiatry, concluyen que el uso frecuente de «chupetes digitales» para calmar a los niños durante una rabieta impide que aprendan a autorregular sus emociones. Los niños que usan dispositivos digitales para calmarse muestran más dificultades para controlar la ira.
Impacto en las habilidades sociales
El doctor Daniel Ganjian, pediatra del Providence Saint John’s Health Center, explica que el tiempo excesivo frente a pantallas reduce las habilidades de afrontamiento saludable y limita las interacciones cara a cara. Esto puede derivar en problemas como la soledad y la ansiedad social.
Además, se ha encontrado una relación entre la exposición intensiva a pantallas (más de cuatro horas al día) y comportamientos similares a los del trastorno del espectro autista (TEA). Estos síntomas incluyen hiperactividad, falta de expresiones faciales y dificultades para interactuar socialmente. Sin embargo, estos síntomas suelen revertirse al reducir el uso de dispositivos y aumentar las interacciones cara a cara con los padres.
Señales de advertencia
Algunas señales de que el tiempo frente a pantallas está afectando negativamente a los niños son:
- Problemas de comportamiento
- Dificultad para mantener el contacto visual
- Retrasos en el desarrollo del lenguaje
- Problemas de sueño
- Aumento de la impulsividad
- Dificultades en las interacciones sociales
Medidas para limitar los efectos negativos
Expertos como Nagel y Ganjian recomiendan implementar medidas para reducir los efectos nocivos de los dispositivos digitales:
- Establecer límites claros de tiempo frente a pantallas.
- Crear zonas y horarios libres de dispositivos digitales.
- Fomentar actividades físicas, juegos creativos e interacciones sociales.
- Dar ejemplo limitando el uso personal de dispositivos frente a los niños.
Según Nagel, las recomendaciones generales son:
- De 0 a 2 años: Sin tiempo frente a pantallas.
- De 2 a 5 años: Máximo de una hora diaria con supervisión de los padres.
- De 5 a 17 años: No más de dos horas diarias, excluyendo tareas escolares.
Asimismo, se aconseja restringir el acceso a redes sociales antes de los 16 años para prevenir trastornos como ansiedad, depresión y autolesiones.
En conclusión, los niños necesitan experiencias en el mundo real y relaciones sociales auténticas para un desarrollo emocional y social saludable, evitando una dependencia excesiva del mundo digital.