La presión entre los 18 y 25 años afecta gravemente la salud mental. Descubre por qué y qué factores influyen en esta etapa crucial.
El equilibrio emocional en riesgo durante la transición a la edad adulta
La etapa comprendida entre los 18 y 25 años representa un desafío emocional importante. La necesidad de actuar como adultos, junto con exigencias académicas y laborales, puede provocar altos niveles de ansiedad y depresión.
Altas tasas de problemas de salud mental
Un informe de la Confederación Salud Mental España (CSME) revela que el 26% de los jóvenes de esta franja considera que su salud mental es mala o muy mala. Por su parte, un estudio de la Universidad de Harvard señala que el 36% de jóvenes en EE. UU. padece ansiedad y el 29% presenta síntomas depresivos.
Factores que influyen en el bienestar emocional
- Presión por madurar rápidamente:
Jóvenes como Berta, que sufrió bullying y un brote psicótico a los 20 años, enfrentan expectativas imposibles de cumplir. - Falta de propósito vital:
Según el investigador Richard Weissbourd, las dudas existenciales y el miedo a no estar a la altura del “código adulto” pueden ser abrumadores. - Cultura egocéntrica y de autoexploración:
Se fomenta la idea de que todos deben tener una misión única en la vida. Sin embargo, no siempre es fácil encontrarla, lo que genera frustración y ansiedad.
La autosuficiencia y sus riesgos
La psicóloga Mediss Tavakkoli advierte que la percepción de ser un “buen o mal adulto” impacta directamente en la salud mental. La idea de que uno debe sobrevivir sin ayuda incrementa los sentimientos de soledad:
- El 37% de los jóvenes menores de 24 años se siente solo.
Desafíos socioeconómicos
Según Patricia Bolea, directora de la clínica ITA La Garriga, factores como:
- Altas tasas de desempleo juvenil.
- Dificultades para emanciparse.
- Salarios precarios.
…agravan el riesgo de problemas emocionales.
Encontrar un camino propio
Tras años de lucha, Berta encontró su propósito estudiando para ser auxiliar de veterinaria. Su recuperación se basa en aceptar sus emociones y evitar reprimir el miedo o la incertidumbre. Como ella misma dice:
“Lo único que consigues si no te dejas sentir perdido es acabar sintiéndote así con más frecuencia.”
La transición a la edad adulta es compleja y requiere un equilibrio entre expectativas y realidad. Fomentar el apoyo emocional, la flexibilidad y el autoconocimiento es clave para navegar esta etapa sin comprometer el bienestar mental.