Dos estudios recientes publicados en The Lancet marcan un hito en el tratamiento del cáncer de hígado no operable. Estas investigaciones independientes han demostrado que una estrategia terapéutica combinada puede retrasar significativamente la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Triple estrategia contra el tumor
La combinación terapéutica incluye:
- Quimioembolización: Bloquea las arterias que nutren el tumor, impidiendo su crecimiento.
- Terapias dirigidas: Lenvatinib y bevacizumab actúan para frenar la vascularización del tumor y bloquear su progresión.
- Inmunoterapia: Fármacos como pembrolizumab y durvalumab reactivan el sistema inmunitario para atacar las células cancerosas.
Resultados alentadores
En el ensayo LEAP-012, liderado por el Idibaps-Clínic de Barcelona, la supervivencia libre de progresión aumentó de 10 meses a 14,6 meses con el tratamiento combinado. Por su parte, el estudio EMERALD-1, realizado en la Clínica Universidad de Navarra, mostró una reducción del riesgo de progresión o muerte del 23% al usar inmunoterapia y terapias dirigidas junto con quimioembolización.
Impacto en la práctica clínica
Josep Maria Llovet, investigador principal del Idibaps, destaca que estos resultados suponen un cambio de paradigma en el manejo del hepatocarcinoma no resecable. Se espera que estas estrategias terapéuticas se integren en los protocolos clínicos globales, beneficiando a una población de pacientes que contaba con opciones muy limitadas.
Una esperanza para pacientes
Este avance en el tratamiento del cáncer de hígado ofrece una mejora en la calidad de vida y prolonga el tiempo sin progresión de la enfermedad. Aunque aún se necesita un seguimiento más prolongado para evaluar el impacto en la supervivencia global, estos hallazgos representan un paso significativo hacia una atención más efectiva y personalizada para el cáncer de hígado avanzado.