Los desembolsos realizados por la industria a sus empresas colaboradoras sustentan más de 625.000 empleos al año.
Las aseguradoras españolas pagaron a sus proveedores 15.539 millones de euros en 2022 según se desprende del informe El seguro y sus proveedores elaborado por Unespa. Se trata de la primera vez que la cuantía de las transferencias supera los 15.000 millones. Esto equivale a un pago medio diario de 42,5 millones. En 2019, último año antes de la pandemia, los pagos diarios fueron de algo más de 35 millones.
Incremento en siniestros de salud y automóviles
Cerca del 50% de estos pagos se destinaron a siniestros relacionados con los seguros de salud, acaparando 20,3 millones de euros al día. Antes del Covid-19 estas transferencias eran de 16,7 millones. Hay que tener en cuenta que este tipo de pólizas se han visto incrementadas desde la llegada de la pandemia, ya que entre 2019 y 2021 la contratación de estas pólizas aumentó un 9%, según datos de la patronal.
El aumento de la siniestralidad vial tras el fin de las restricciones por el Covid-19 también está provocando un aumento en los pagos por los siniestros del seguro del automóvil. La reparación de vehículos es la que concentra un mayor volumen, con aproximadamente 4,9 millones de vehículos reparados que aglutinan un coste de 4.321 millones de euros. Los datos de 2019 mostraron que las reparaciones afectaron a 4,7 millones de vehículos con un coste de 4.200 millones.
Impacto en el empleo
Este volumen de pagos que la industria aseguradora realizó a sus proveedores en 2022 sostuvo más de 625.000 empleos teóricos en España. Para estimar esta cantidad de puestos de trabajo, en el estudio se ha tomado como referencia la retribución media en el país, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Del total de empleos resultante, algo más de 300.000 serían profesionales sanitarios que prestan sus servicios por acuerdos con aseguradoras de salud. A estos habría que sumar 21.000 profesionales de la salud sufragados por los pagos que realizan las aseguradoras de automóviles para atender a lesionados de tráfico. Luego estarían 175.000 empleados de talleres de reparación de vehículos, unos 88.000 reparadores del hogar y 43.000 personas que trabajan en servicios funerarios.
